Colección · La Biblioteca

La Biblioteca comenzó a gestarse en torno a 1860 cuando don Francisco ya se interesaba por reunir ejemplares de gran calidad. De esta época datan las primeras gestiones para comprar una colección de especial interés a Enrique Vedia Gossen, que además de tener especial interés en este ámbito era Cónsul y viajaba por Europa donde podía adquirir buenas obras.

Además de este lote de buenos ejemplares compró otro magnífico que es el que perteneció a Francisco Pérez Cabrera y Bobadilla, Marqués de Moya. Es una parte de la antigua Biblioteca del Marqués, desaparecida, cuya mayor parte fue la adquirida al librero de Madrid, Pedro Vindel. Son ejemplares encuadernados en piel con cortes dorados y labrados y su escudo de armas.

Otra importante colección, muy rara por la escasez de ejemplares, es la que perteneció al Duque de Medina de las Torres, cuyo escudo de armas aparece en la cuidada encuadernación.

La obra mas antigua conservada es el Códice de Leovigildo del siglo X, del siglo XI es el Cartulario de Cardeña, del XIV un Libro de Horas y de esa fecha también un códice Boecio, De Consolatione en francés romance. Forman parte del Fondo varios incunables, gran número del siglo XVI, así como del XVII y XVIII, siendo mucho más pequeño el número de ejemplares del siglo XIX aunque muy interesante.

El archivo

Los documentos que integran los Fondos del Archivo proceden en su mayoría de la Casa de Altamira y una pequeña parte pertenecieron al coleccionista del siglo XIX Juan Ignacio Miró que vendió junto a otros bienes. Abarcan un período que va desde el siglo X al XIX.

El interés para la investigación es muy importante por la originalidad y la autoría de personajes claves en la historia como los Reyes Católicos, Gran Capitán, Carlos V, Felipe II y una temática muy variada: expedientes de Inquisición, teatro, etc.

Es muy destacable la colección de privilegios rodados de Juan II a don Álvaro de Luna exquisitamente miniados.